Hoy comenzaremos con un ciclo de "Experiencia en Psicomotricidad" donde nuestros socios nos comentaran como han incorporado la psicomotricidad a sus labores desde los distintos campos profesionales, teniendo presente que nuestra Red esta formada por una gran variedad de profesiones y abarcan gran cantidad de campos de trabajo, lo que enriquece nuestra agrupación y eso es lo que queremos compartir con todos ustedes.
Para abrir este ciclo, comenzaremos con la experiencia de Nataly Araneda, Educadora Diferencial, nos expone el mundo de la Educación Especial, en particular la Discapacidad Cognitiva.
Experiencia Psicomotriz en Educación Especial
Mis primeras experiencias en
Psicomotricidad fueron dentro de mi rubro, la Educación Especial, con niños con
Discapacidad Cognitiva. Pensaran que es muy diferente al trabajo con niños sin
discapacidad, pero logré darme cuenta que es un trabajo transversal, donde se
observan las mismas etapas y juegos, reacciones y necesidades, pero donde
debemos pesquisar dificultades con mayor precisión, ya que necesitan de mayor
mediación por parte del psicomotricista.
Los niños con trastornos
cognitivos realizan los mismos procesos, quizá en edades desfasadas, de forma
más lenta y evidenciando mayores dificultades motrices, pero siguen las etapas
de desarrollo a nivel comunicativo sobre
todo, a pesar de que un niño no pueda hablar, busca de todas formas ser
comprendido y escuchado de forma explícita con su cuerpo, gestos o voz.
Dentro de las sesiones se
desarrollan mayormente juegos de exploración, que permitan placer sensorio
motriz, y juegos de construcción, juegos solitarios y en grupos, y mucha
repetición de de juegos, reaseguramiento, muchos realizaron el mismo tipo de
juego durante todo el semestre, otros llegaron lanzando objetos hasta la
construcción de un juego de reglas, las mayores dificultades son frente al
juego simbólico, debido a lo concreto de su pensamiento les es difícil acceder
al símbolo, a lo abstracto, por lo mismo
observe muy poco juego simbólico.
Durante las sesiones observe
muchas acciones que comunicaban emociones claras de los niños, situaciones
familiares, temores etc, que no se comunicaba en la sala de clases debido a las
dificultades del lenguaje que poseen y las pocas instancias que permite la
escuela de conectarnos con nuestra emocionalidad, a diferencia de la sala de
Psicomotricidad.
En cuanto a la experiencia con
niños con trastorno de la comunicación es muy diferente, el sentir que tu
cuerpo como psicomotricista debe estar completamente a disposición de ellos,
que debes estar atento a cualquier intención comunicativa con objetos o
personas, con objetivos muy concretos, donde podamos propiciarles instancias de
placer que les permitan conexión, vinculación y comunicación, donde importan
las miradas, los roces, tomarnos las manos, risas atingentes, palabras
conectadas, respuestas ante estímulos placenteros, materiales pertinentes,
abrazos y besos.
Para mí en mi trabajo la
Psicomotricidad es un momento de comunicarnos, sentir, respetarnos y ser
libres, ya que está la constante presión social, de que ellos “NO PUEDEN” “NO
SABEN” y “NO PODRAN”.
En la sala de Psicomotricidad se
sienten capaces, libres, conectados y comprendidos, y es eso lo que también
debemos traspasar a las distintas instancias de la escuela.
Nataly Araneda Barrera
Educadora Diferencial
Psicomotricista